ENGORDAR POR STRESS O ANSIEDAD

No es novedad que la ansiedad es amiga de la gordura. El estrés produce asimismo ansiedad, y cuando estamos ansiosos, tendemos a ir al refrigerador y arrasar con todo lo encontramos allí.
La ansiedad por si misma, nos hace engordar por el hecho de inducirnos a comer en exceso, sin tener suficiente hambre y en cualquier momento. Pero también el estrés por si solo, sin mencionar la ansiedad, puede hacernos engordar.
Cuando el cuerpo se ve expuesto a niveles alarmantes de estrés, produce cantidades anormales de ciertas hormonas que conducen a acumular grasas en lugares tan inadecuados como el abdomen. Actúa también en el hipotálamo, estimulando éste y accionando para aumentar la sensación de hambre. Además, produce una disminución de la masa muscular. Al disminuir la masa muscular, el metabolismo disminuye y quemamos menos calorías, por lo que adelgazamos con mucha más lentitud y dificultad.
Es por ello que disminuir los efectos del estrés es muy importante para nuestra salud. Hay muchas formas en que podemos combatir la tensión extrema y hacer sus efectos un poco más llevaderos.

Algunas tácticas para disminuir el estrés

Ejercicios al aire libre. Los ejercicios aeróbicos despejan y nos hacen mejorar nuestro estado de ánimo. Los deportes son aun mejores, porque a la vez podemos divertirnos. Si no podemos practicar algún deporte grupal, podemos practicar bicicleta, natación, caminatas.
Prácticas de relajación. El yoga nos hace realizar prácticas de relajación mental y corporal las cuales pueden ser muy beneficiosas para disminuir notablemente los efectos del estrés.
Dormir suficiente. Por lo menos siete horas diarias. La falta de sueño nos puede conducir fácilmente al estrés.
Tomar agua. Tomar agua suficiente durante el día. La deshidratación eleva los niveles hormonales (cortisol) que nos hacen acumular grasas.
Poco alcohol. El alcohol en exceso perjudica el organismo, aumentando el estrés. Disminuir la cafeína también.
El respirar profundamente ayuda a controlar la ansiedad. Hay ejercicios para ello.
Aprende a decir NO, pues todo no lo puedes solucionar, pide ayuda y no cargues con todos los problemas.
Averigua las cosas que te molestan e intenta eliminarlas, huir de ellas.
Ríete de ti misma si no te salen las cosas como esperabas. Respira y observa el lado positivo. No te acobardes ante las situaciones difíciles, encuentra solución y no busques la parte negativa.