Inevitablemente el rostro y cuello se ven bastante afectados ya que su dermis es mucho más sensible y delicada y si a esto les sumamos el efecto causado por las agresiones externas como
El primer cambio de este proceso de envejecimiento es la flacidez facial causada por la falta de elasticidad de la piel, luego a medida que avanza también la musculatura que se encuentra debajo comienza a caer por eso es que el rostro va perdiendo en cierto modo su estructura original.
Una flacidez moderada se identifica por la aparición de arrugas de expresión leves pero cuando los músculos faciales decaen se forman arrugas profundas, pliegues, surcos hasta papada, en este caso hablamos de una flacidez intensa.
Si conocemos los motivos por los que se produce esta flacidez, podemos ayudar a su prevención.
- Conforme pasan los años, la piel va perdiendo grosor, adelgaza, pues las células dejan de fabricar colágeno y elastina y se producen así menos fibras. La masa muscular se va perdiendo y todo ello, da como consecuencia esta flacidez, ya que estamos envejeciendo
- cuando llega la menopausia, el estrógeno también desciende. Ocurren los cambios hormonales que dan como consecuencia la destrucción de las fibras de colágeno
- la actividad física, también se hace más lenta, con ello, los músculos, pierden volumen y la piel se descuelga de ello, apareciendo la flacidez. El ejercicio es muy recomendado en la tercera edad
- las radiaciones solares son un gran enemigo, pues los rayos del sol, producen radicales libres que atacan la fibra de la dermis, como consecuencia de ello, se debilita. No es aconsejable pasar demasiadas horas bajo el sol
- una mala alimentación, es también producto de la flacidez. Las proteínas, han de estar presentes en la dieta, pues el músculo, por su escasez, pierde firmeza. El elevado consumo de azúcar endurece el colágeno, dando lugar a su destrucción y la temida flacidez
